Amanece una mañana Valdemoreña de un viernes cualquiera en un mes de Mayo, un día parcialmente nuboso que no amenaza lluvia, sin prácticamente viento y con temperatura ideal para ciclar, empezamos con buen pie, ya veremos como transcurre y cómo terminamos!, importante.

Ya son unas cuantas rutas cicloturistas por la geografía española, pero el nerviosismo de antes de salir siempre nos acompaña, como los toreros veteranos antes de salir al ruedo.

Ya tengo todo preparado, la bici puesta a punto, el track cargado en el GPS, la GoPro con la tarjeta de memoria vacía y las baterías cargadas, las bolsas de bikepacking con toda la ropa, cargadores, un poco de comida, las herramientas básicas y el lubricante para la bici….. lo reviso varias veces, creo que no falta nada… al final faltará algo, seguro, pero lo más importante…. eso sí que está.

El telefonillo suena, acaba de llegar Luis, bajo al trastero a recoger la bici y voy a su encuentro, gran amigo y escudero con el que compartiré esta nueva aventura cicloturista, ya son 3 juntos, Consuegra-Córdoba, Consuegra-Valencia y ésta ruta Madrid-Mérida, reto que nos llevará desde la Comunidad de Madrid hasta el sur Extremadura, concretamente hasta la ciudad romana de Mérida.

Como apunte histórico la fundación de Mérida, viene del latín «Emerita» fue por los soldados del imperio romano que se retiraban (eméritos) y la poblaron, de ahí el nombre de Emérita, el Imserso romano.

Para llegar allí no haremos experimentos, seguiremos principalmente caminos oficiales, en concreto los caminos de Guadalupe, primero el Camino Real de Guadalupe desde Madrid hasta Guadalupe y luego el Camino Romano de Guadalupe (tomando la variante por la Vía Verde de las Vegas del Guadiana) pero en sentido inverso, de Guadalupe a Mérida. Teóricamente serán unos 360 km, pero siempre se hacen algunos más.

El Camino Real de Guadalupe ya lo he recorrido parcialmente y conozco el horror de sus arenales, casi dunas, que aparecen en el entorno de Cebolla, he modificado el trazado evitando esa zona que es superdesgastante y que obliga durante 3 km a arrastrar la bici con las bolsas y alforjas, eso es un esfuerzo innecesario, como la ruta la he creado con ayuda de google maps, seguramente nos llevaremos alguna sorpresa, esperemos que el cambio de trazado compense, veremos……

Así que salgo para la calle con la bici y las bolsas de bikepacking montadas y saludo a Luis que acaba de llegar desde Consuegra, son las 09.00 am, y ya hay ganas de salir, seguiremos este track que he creado gracias a Google Maps y los caminos oficiales de Guadalupe colgados en Wikiloc y la página de http://www.Guadalupejubileo.com

Después de revisar las bicis, planificar un poco la salida, nos montamos en ellas y partimos de Valdemoro por una pista que sale dirección Torrejón de Velasco, la pista está en buen estado, rodeada de campos de cultivo de cereal y olivos y encima en sentido descendente, no llevamos ni 5 minutos pedaleando y ya estamos rodeados de campos de cultivo, las grandes moles de bloques de Valdemoro y Parla se ven ya muy lejos, la comunidad de Madrid, no sólo son ciudades, bloques muy altos con muchas plantas, polígonos industriales y pueblos de la Sierra de Madrid, también está el Madrid rural de huertas y campos de cereal, olivares y viñedos y no hay que salir muy lejos…..

Pedaleamos con la ilusión de un niño con zapatos nuevos a muy buen ritmo y casi sin darnos cuenta llegamos al primer puente que salva la autovía de peaje R4, que vemos tan ancha y sin prácticamente tráfico, una pena que no se use más, con el colapso de circulación que hay en hora punta, cruzamos este primer puente puente y a los pocos metros nos encontramos el segundo puente, que salva la vía de tren del AVE Madrid Sevilla, cuando lo subimos pasa un tren, que no es de Renfe, de la compañía Ouigo, una de bajo coste, eso está bien que haya competencia de servicios de tren, más oferta y precios más competitivos.

Bajamos el puente a toda velocidad, seguimos la pista que nos indica el track y ya nos encontramos las primeras naves ganaderas, naves de terneros y ovejas…. y casi sin darnos cuenta llegamos al primer pueblo del viaje, Torrejón de Velasco, pueblo típico madrileño, que era un pequeño pueblo en los 90s y que después de boom de la construcción se ha llenado de chalets y que probablemente haya duplicado o triplicado su población. Torrejón de Velasco mantiene su parte antigua de pueblo pequeño y su zona nueva de chalets, uno detrás de otro, todos iguales, una dicotomía de pueblo con su parte antigua más rural, con viviendas cada una con su estilo, calles cuya perpendicularidad brilla por su ausencia y con su personalidad, su esencia y su historia, pero también con su parte de nueva creación, de calles perpendiculares de chalets modernos pero todos casi iguales, sin historia, ni personalidad ni esencia, una mezcla de paisanos de toda la vida y nuevos vecinos que compraron casa en el boom de la construcción de principios de este siglo.

Atravesamos este pueblo y tomamos una pista que nos lleva al siguiente pueblo, Casarrubuelos, pueblo todavía Madrileño, rodamos por unas pistas anchas en buen estado y fáciles de ciclar hasta que llegamos a un túnel que nos ayuda a atravesar por debajo la autovía A42 el cuál cruzamos, seguimos la pista y al poco tiempo llegamos al pueblo de Casarrubuelos, pueblo parecido a Torrejón de Velasco con su parte antigua rural y su parte nueva, una sucesión de chalets, todos clones…. lo atravesamos por su periferia, salimos del pueblo y continuamos por una pista agradable con árboles a cada lado que nos acompañan en el paseo, esta pista forma parte parte del anillo verde ciclista de la comunidad de Madrid, Gran Tour CiclaMadrid, anillo ciclista que da la vuelta a la comunidad cerca del perímetro provincial. Pedalada a pedalada seguimos esta pista que nos lleva a la siguiente localidad, Carranque, esta localidad nos lleva a una provincia y comunidad diferente, Toledo de Castilla la Mancha.

Ya estamos en la provincia de Toledo, provincia que nos acompañará hasta mañana, la pista por donde ciclamos es una pista agradable, con piedra suelta pero sin arenas, eso, el frescor de la mañana, la ausencia de viento y las ganas por la aventura hacen que rodar en bici sea de las sensaciones más placenteras podamos experimentar y casi sin darnos cuenta llegamos a Carranque….., esto si que es un pueblo de la comarca de la Sagra, comarca que atravesaremos en la etapa de hoy, este pueblo es ya mucho más rural, incluso hay pequeñas granjas en parcelas dentro del mismo pueblo, han sido sólo 8-9 km pero ya estamos en la España rural de verdad, este pueblo, por la razón que sea tiene la particularidad que parece no ha purgado del todo los excesos del boom de la construcción, todavía tiene estructuras de bloques a medio terminar que se iniciarían probablemente en esa época y que el tiempo y abandono ha hecho que crezcan hierbas y que su estructura se esté degradando fruto de la decadencia que produce el abandono y el tiempo que ha pasado.

Como es un pueblo pequeño lo atravesamos en un plis y tomamos una pista que nos lleva al siguiente pueblo, Chozas de Canales, situado a unos 20 km… y tomamos una pista que ya no está en tan buen estado como las que hemos tomado, con pequeñas colinas y pequeñas bajadas con el estado del firme en condiciones no óptimas con arenales de pequeñas piedras, hasta ahora el track de google maps, nos había llevado por pistas fenomenales pero parecía que el camino estaba empeorando, seguimos ciclando unos kilómetros y un giro nos lleva por una pista hacia un zona como un barranco con una superficie lunar, con mucha arena, con ausencia de vegetación y con unos socavones producto de la erosión de la lluvia y de las corrientes de agua en este terreno arcilloso durante miles de años, puff, ¿dónde nos hemos metido?, el nombre técnico geológico son cárcavas.

Nos las prometíamos muy felices pero ya teníamos en primer escollo, la pista del track nos llevaba por una socavón, entre colinas, con mucha area, así que toca a ratos a arrastrar la bici y a ratos atravesar la pista montado en ella, encima la vegetación espinosa nos estaba fastidiando los tobillos, está siendo el primer imprevisto en una etapa de 125 km y nos estaba empezando a desgastar, ya que nos supuso más de media hora arrastrando la bici eso unido la falta de perspectiva para saber cuánto nos faltaba para salir de éstas cárcavas nos rondó por la cabeza la idea incluso de dar la vuelta por donde habíamos venido , pero decidimos seguir, hay que confiar en el track, que lo ha desarrollado maps, jaja.

Por fin llegamos al final de estos socavones arenosos, encontramos una pista ciclable pero vemos que estamos dentro de una finca, una majada, rodeados de ovejas (afortunadamente) y sin mastín que las guarde y que nos pueda morder a nosotros, ¡menos mal!, seguimos rodando y atravesamos varias cancelas hasta que al final nos encontramos una valla con una cancela con su candado, pero cerrado con llave, y ahora ¿cómo salimos de aquí?, no nos queda otra que buscar un punto para saltar la valla, como migrante en la frontera de Melilla, localizamos el mejor punto para saltar aprovechando un montículo y primero Luis salta la valla, se prepara para coger las bicis que le voy a pasar por encima , se las paso las recoge, al final lo conseguimos no sin antes habernos pinchado en los tobillos con unas zarzas y con la propia valla, ¿quién dijo que iba a ser fácil?, jeje.

La verdad es que el esfuerzo de arrastrar la bici por las cárcavas y saltar la vallas con las bicis acuesta no nos ha dejado desfondados, todavía es pronto, pero nos estaba empezando a hacer mella, así que después de este imprevisto y por la hora que era, pasadas las 11, lo mejor que podemos hacer es tomar un tentenpié, hidratarnos y coger fuerzas para seguir con la ruta, nos quedan, sólo, unos 85 kilómetros hasta Talavera de la Reina, así que paramos en el típico bar de carretera, cerca del río Guadarrama y pedimos el típico bocata de lomo con queso que nos daría fuerzas.

Estamos en la España cañí, hombres tomando la copa de destilado en barra, que nos miran de arriba abajo como si fuéramos marcianos y la típica camarera de barra, simpática, atenta y con un diente mellado, bienvenidos a la España mal llamada Vaciada, porque gente, gente, hay.

Lo duro de la ruta de hoy supuestamente eran los arenales de la zona de Cebolla unos km antes de llegar a Talavera, pero nos habíamos encontrando un imprevisto, con el que no contábamos, me da a mí que esta etapa de hoy se va a hacer un poco larga y se nos va a hacer bola…., después del bocata nos montamos en las bicis continuamos por el track y llegamos al siguiente pueblo, Chozas de Canales, lo atravesamos y seguimos rodando por pistas al lado de campos de cultivo, especialmente cereal y olivo, es el paisaje y entorno monotemático que nos encontraremos hoy, estamos atravesando la comarca de la Sagra, seguimos en este mar de campos de cereal por una pista que nos lleva al siguiente pueblo, Camarena, las pistas nos están respetando y los arenales que nos encontramos, no son ni profundos ni muy largos y afortunadamente no nos desgastan más de lo debido, por fin nos encontramos los mojones y señales del Camino Real de Guadalupe, cuya señalización lo realiza una asociación, aunque este camino Real lo acompañaremos y lo dejaremos, para evitar estos temidos arenales.

Seguimos pedaleando y llegamos a Camarena, pueblo que atravesamos por su plaza mayor, nos hacemos la foto de rigor para dar fé de la visita al buen amigo Ángel Verbatov, hijo adoptivo de la localidad, atravesamos el pueblo y tomamos una pista que nos lleva a Portillo de Toledo, pueblo industrial del calzado y los pañales, la pista nos sorprende con cambios de cereal y alguno de Olivo, algo que no habíamos visto todavía, jeje, al final llegamos al pueblo por una pista de unos 15-17 km desde que partimos de Camarena, que por lo monotemático del paisaje se nos hizo un poco pesado, por fin llegamos a Portillo, en este pueblo paramos unos minutos a hidratarnos justamente al lado de la fábrica Indas, seguidamente tomamos una carreterilla que nos lleva a Novés el siguiente pueblo, este pueblo Novés, me resultaba un pueblo familiar, y al final recordé que pasé por allí cuando hice el camino de Santiago desde Consuegra, por eso me sonaba, son tanto pueblos de la geografía española, que al final se te olvida hasta por donde has pasado.

Ya son pasadas la una, demasiado pronto para comer y aunque no tenemos hambre por el desayuno y almuerzo copioso que habíamos tomado, tenemos que plantearnos en qué pueblo deberíamos comer, como todavía es pronto y el siguiente pueblo está a unos 17 km, decidimos que lo mejor es comer en el siguiente pueblo, Santa Olalla, pueblo al lado de la autovía A5, con servicios y en los que no tiene que faltar un restaurante de menú del día…., la pista tiene algunos arenales, ya empezaba a ser pesada, se nos estaba haciendo bola, al final es un paisaje, que tenemos muy visto, y que ha sido monótono desde que partimos de Valdemoro, encima ya empezaba a hacer calor, un calor sobrellevable, pero que con el polvo, el hambre y el desgaste empezaba a hacer mella, después de más de una hora de pedaleo al final llegamos a Santa Olalla y buscamos un lugar donde comer, ¡dónde se puede comer en un pueblo al lado de una autovía?, pues donde haya camiones, hasta allí fuimos a un restaurante con camiones aparcados cerca, esto es un dogma español, «donde hay camioneros se come bien».

Entramos en el restaurante y nos dice el dueño que está lleno, les decimos que no tenemos prisa, que «cuando puedan…….» que nos sentamos en la terraza y si nos sirven fuera mejor, para controlar las bicicletas….., si sufrimos un robo, se termina el viaje, así que hay que ser cuidadoso…., nos tomamos un refrigerio esperando y al poco rato nos atienden, nos viene bien descansar, todavía nos quedan unos 40 km hasta Talavera y hay que recuperar fuerzas, comemos nuestro primer plato, nuestro segundo, un postre y un café, como reyes! y una sobremesa tranquila para recuperarnos, tomamos confianza con uno de los camareros y después de charlar un ratonos ofrece, si estuviésemos cansados, dormir en el hostal del restaurante, a lo cual agradecemos pero declinamos, le dijimos que teníamos reserva en Talavera, nos comentó que teníamos suerte de haber reservado hotel allí, porque son las fiestas grandes el fin de semana y Talavera debe estar llena, por suerte reservé con tiempo y ese problema no lo tenemos, tampoco es viable terminar la etapa en Santa Olalla porque mañana tenemos planificado llegar a Guadalupe y 150km con 3 puertos es demasiado para una etapa.

Nos despedimos y continuamos la ruta hasta el siguiente pueblo, Otero, por una pista sin complicaciones pero ya con las fuerzas recuperadas llegamos a este pueblo, pueblo bastante pequeño ya notamos que el paisaje empieza a cambiar un poco, estamos cerca del Tajo y vemos la red de acequias suministran agua a los campos de cultivo y huertas.

Después de unos pocos kilómetros de pedaleo llegamos al pueblo de los Cerralbos, lo atravesamos y tomamos una pista que nos lleva a Montearagón, estos paisajes me parecen familiares porque pasé anteriormente por aquí haciendo el Camino Real de Guadalupe pero en sentido inverso, seguimos pisteando y llegamos al siguiente pueblo Montearagón, otro pueblo por el que ya pasé anteriormente, este será el último pueblo antes de llegar a Talavera de la Reina, a partir de aquí sí tomaremos el camino de Guadalupe, ya hemos dejado atrás los arenales del entorno de Cebolla y lo que viene hasta Talavera ya es conocido, lo más complicado es que la pista ha sido devorada por la vegetación y es el GPS el que nos dice que por donde ir, continuamos pedaleando siguiendo el track dirección Talavera alternando la llanura con tramos rompepiernas de subida y de bajada, se agradecen porque rompen un poco la monotonía de llanuras con campos de cereal y olivo, llegamos por fin a Montearagón, un pueblo del que me llamo la atención que casi todas las casas tenían alarma de seguridad, me imagino porque los robos aquí sean más habituales que en el resto de los pueblos que hemos pasado, lo atravesamos, y seguimos una pista que nos lleva a Talavera, el fin de la pista es una carretera comarcal que lleva a Talavera, seguimos esa carretera, con un poco de tráfico, pero con arcén suficiente para no percibir peligro, llegamos al puente que nos ayuda pasar el río Alberche, afluente del Tajo, que se unirá a este último en pocos km y antes de llegar a Talavera, lo cruzamos, lo siguiente que nos encontramos es la zona industrial de Talavera, el polígono de Cazalegas, sin ningún interés pero que pedalada a pedalada atravesamos hasta que por fin tomamos un carril bici que nos lleva al centro de Talavera, el hotel está muy céntrico así que nos dirigimos a él con nuestro gps, hasta que lo localizamos.

Entramos en el hotel Perales y nos atiende un simpático recepcionista que nos indica cuál es nuestra habitación y dónde dejar las bicicletas, el hotel llamado Perales es un hotel clásico y muy amplio con camas muy cómodas, buena elección, teniendo en cuenta que son las fiestas de Talavera y la ocupación este fin de semana es total. Nos aseamos, nos cambiamos y nos vamos a dar una vuelta por el ferial para cenar algo, después de dar la vuelta nos volvemos al hotel a dormir, que la etapa de mañana, es la etapa reina de este viaje, 110 km con 3 puertos sumando un desnivel de 1.800 metros. ¡Llegaremos mañana Guadalupe?, veremos!.